Los 7 beneficios de ducharse con agua fría: ¿Cómo puede aumentar nuestro bienestar?

¿Por qué las duchas con agua fría pueden ser buenas para nuestra salud física y mental? ¿Qué podemos hacer para empezar a incorporarlas en nuestra rutina? Desucbre todos sus beneficios.

3 JUL 2024 · Lectura: min.
Los 7 beneficios de ducharse con agua fría: ¿Cómo puede aumentar nuestro bienestar?

Ducharse con agua fría se trata de una manera de conseguir mayor motivación, más energía e incluso un mayor bienestar. De hecho, este tipo de baños pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud en muchos sentidos. Pero, ¿cómo puede beneficiarnos y cómo incorporarlos en nuestra rutina?

¿Qué es la terapia de frío?

La terapia de frío hace referencia a la práctica de sumergirse en agua fría. Este tipo de prácticas se remontan a la sabiduría de la antigua Grecia ya que muchos pensadores y dirigentes usaban las duchas de agua fría como una manera de relajarse y mejorar su energía vital. En la actualidad este tipo de baños pueden ayudarnos a mejorar nuestro bienestar en muchos aspectos.

Los beneficios de ducharse con agua fría

Algunos de los beneficios que pueden otorgarnos las duchas de agua fría y que han sido demostrados son los siguientes:

  1. Mejorar nuestro estado de ánimo: Exponer tu cuerpo al frío activa el sistema nervioso simpático, que se trata del principal responsable ante la respuesta de lucha o huida ante un peligro. Esta es la respuesta que tiene tu organismo ante el estrés. Al ducharnos con agua fría esto nos permite disminuir la respuesta ante el estrés, así como aumentar la presencia de las endorfinas, hormonas que nos ayudan a experimentar una mayor felicidad y energía.
  2. Te ayuda a despertarte: La ciencia apunta a que las duchas de agua fría puede ayudarte a estar más alerta. Cuando el agua fría llega a nuestra piel, la circulación aumenta y esto implica que la sangre transporta más oxígeno por todo tu cuerpo, lo que acaba ayudándote a sentirte más alerta.
  3. Reduce el dolor muscular: El agua fría también puede ayudar a disminuir el dolor percibido después de realizar ejercicio físico o ante una lesión. De esta forma, tomarte una ducha fría puede ayudarte a lidiar con el dolor de este tipo.
  4. Alivia el dolor: Las investigaciones también muestran que la exposición al frío hace que los receptores del frío de nuestra piel envían señales al cerebro que tienen un efecto reductor ante el dolor. Por ello, las duchas frías pueden reducir el dolor causado por enfermedades o lesiones crónicas.                                                                                          Los beneficios de ducharse con agua fría
  5. Mejora nuestro sistema inmunológico: Las duchas frías pueden mejorar nuestra salud inmunológica, es decir, nos pueden ayudar a ser más resistentes ante las enfermedades y sobre todo los resfriados o los virus más comunes.
  6. Ayuda a aumentar el metabolismo: Tomar duchas frías de manera regular también puede acelerar nuestro metabolismo. Al referirnos al metabolismo, señalamos la forma en que nuestro cuerpo convierte los alimentos en energía, por lo que, si aumentamos nuestro metabolismo en reposo, esto permite que nuestro cuerpo queme más calorías y grasas.
  7. Protege contra afecciones relacionadas con la edad: Diferentes investigaciones han apuntado a que el agua fría puede ayudarnos a aumentar los niveles de adiponectina, una hormona liberada por la grasa corporal. Según los estudios, esta hormona desempeña un papel en la prevención de afecciones relacionadas con la edad como la resistencia a la insulina, la diabetes o la aterosclerosis. De hecho, se cree que los niveles de esta hormona pueden aumentar cuando temblamos ante una situación concreta, como puede ser ante la exposición al frío.

Aunque se necesitas más investigaciones para afirmar con certeza si las duchas frías son beneficiosas, la realidad es que son muchas las personas que sienten más motivación y energía cuando las realizan.

Consejos para ducharse con agua fría

Si quieres empezar a ducharte con agua fría, puedes tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Ajusta tu ducha a la temperatura adecuada: Intentar ducharte con agua muy fría es contraproducente. En realidad, la clave es empezar a acostumbrarte a una temperatura más baja de manera gradual.
  • Exponte de manera lenta: En lugar de estar muchos minutos bajo el agua fría intenta combinarlo con agua más templada para acostumbrarte a la exposición al frío.
  • Usa tu respiración: Respirar de manera más pausada puede ayudarte a mantener la calma y a evitar dejar de exponerte ante el impacto del agua fría.

Tomar duchas frías te permitirá mejorar tu actitud durante el día debido a que te proporcionará una mayor energía. Por lo que, esta práctica te ayudará a sentirte más activo y sobre todo a aumentar tu bienestar.

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