¿Cómo crujir la espalda? 5 Posturas seguras para hacerlo
¿Es bueno crujirse la espalda? ¿Por qué crujen nuestras articulaciones? Descubre algunas posturas que te ayudarán a crujirte la espalda de manera segura.
Al crujir nuestra espalda hacemos movimientos repentinos que pueden ‘romper’ las bolsas de aire que contienen el líquido sinovial de las articulaciones, lo que puede producir que se realice un chasquido o crujido en la zona. Aunque al principio crujir la espalda puede parecer que nos aporta cierto tipo de alivio, pero en realidad, esto no solo puede conllevar lesiones en la zona, sino que además no abordará ninguna posible condición subyacente que pueda estar causando este dolor.
¿Qué pasa cuando haces crujir la espalda?
Cuando crujes tu espalda, estás movilizando tu columna. Realizar estiramiento y giros suaves para crujir la espalda puede ayudarte a calentar tanto el cuerpo como los músculos, aflojando así aquellas áreas más tensas.
¿Es seguro crujir la espalda?
Obviamente, la mejor manera de hacer crujir la espalda es precisamente acudir a un fisioterapeuta o a un osteópata que esté capacitado/a para saber cómo ajustar la espalda de manera segura. Sin embargo, a pesar de que la mejor opción es acudir a un especialista, la realidad es que puede ser seguro crujirse la espalda si lo haces con cuidado. En realidad, crujirse los huesos de la espalda puede ayudarte a sentir cierto alivio en una zona adolorida.
¿Cómo crujir la espalda?
Existen algunos ejercicios que puedes realizar para aliviar la tensión y crujir la espalda de manera segura:
- Gato y camello: Esta técnica te permitirá estirar y crujir tu espalda. Para realizarla deberás poner a cuatro patas, con las manos apoyadas en el suelo y en línea con los hombros y las rodillas con tus caderas. Después deberás levantar suavemente la espalda en un arco, metiendo la cabeza entre tus brazos.
- Rotación sentada: Para realizarlo deberás sentarte en el suelo con ambas piernas estiradas frente tu cuerpo. Después tendrás que cruzar la pierna izquierda sobre la pierna derecha y girar lentamente hacia la pierna doblada, colocando tu mano detrás del cuerpo para apoyarte. En esta posición tendrás que mover el brazo derecho hacia el muslo izquierdo. Después deberás repetir hacia el otro lado.
- Puente: El puente es una posición mucho más difícil, por lo que las personas deberán tener más cuidado antes de intentarlo. Para realizar estos estiramientos tendrás que acostarte boca arriba con las piernas estiradas. Después doblarás las piernas por la rodilla y colocar los pies firmemente en el suelo. Finalmente, pon rectos los brazos a lo largo del cuerpo y levanta tus caderas hasta alinearlas junto al torso y los muslos.
- Extensión de espalda de rodillas: Este estiramiento permite que las personas puedan mejorar el dolor que pueden sentir en la parte de la columna. Para realizar tendrás que poner las manos sobre las rodillas e inclinar su cuerpo hacia adelante sobre los brazos, rodeando los hombros mientras deja caer las caderas hacia el suelo.
- Ejercicio de extensión: El ejercicio de extensión consiste en acostarse boca abajo en el suelo. Al hacer este estiramiento no deberías experimentar ningún dolor de espalda. Para realizarlo tendrás que acostarte boca abajo y extender los brazos sobre la cabeza. Deslizar los brazos hacia abajo y apoyar la parte superior del cuerpo presionando contra el suelo. Después tendrás empujar hacia arriba con el pecho para que el peso de la parte superior del cuerpo pueda descansar sobre nuestras manos.
Estos son algunos ejercicios que puedes realizar para crujir tu espalda y poder aliviar el dolor en la zona. Aun así, ante este dolor, te recomendamos que acudas a un fisioterapeuta o al médico de cabecera.
¿Cuándo no deberías crujir tu espalda?
Si sientes dolor en tu espalda, así como hinchazón o algún tipo de lesión, no deberías crujir tu espalda. Esto es especialmente importante si tienes o sospechas que tienes algún problema más grave. Además, si sientes un dolor demasiado intenso, intenta buscar el apoyo de un especialista. Además, debes tener en cuenta que crujir la espalda incorrectamente o con demasiada frecuencia puede causar más dolor o empeorarlo, así como distensiones musculares o lesiones.