Terapia regresiva reconstructiva: 9 Beneficios para tu salud

La terapia regresiva reconstructiva tiene muchos beneficios para la salud emocional, pues gracias a ella los pacientes que han sufrido un suceso traumático y que, como consecuencia de ello, padecen estrés postraumático, ansiedad o algún tipo de fobia pueden regresar al pasado para reconstruir los hechos que le provocaron daño y miedo, y que su mente sane al asimilarlos y reinterpretarlos.

Como toda terapia regresiva, por medio de un estado de semiinconsciencia o trance, tutelado de manera profesional por un terapeuta, el cerebro del paciente regresa a un momento determinado de su vida, o a la primera fase de su nacimiento, si es necesario descubrir algún hecho que el sujeto no recuerde, pero que sea determinante para su sanación.

¿Qué es la terapia regresiva constructiva?

Este método permite regresar al pasado por medio de la relajación o de la hipnosis, para experimentar de nuevo un suceso que ha marcado al paciente, aun cuando este no lo recuerde. Se trata de una herramienta de trabajo eficaz que hace posible que, ante un hecho doloroso, el individuo pueda revivirlo para que constate la ausencia de peligro o comprenda el suceso y trate de incorporarlo a su vida con naturalidad, eliminando con ello ese componente traumático que había asociado.

Por ello, la terapia regresiva reconstructiva está indicado para el tratamiento de casos de estrés postraumático, pero también de fobias. Gracias a este sistema, el paciente que acude a consulta puede darse cuenta de que realmente no existe el peligro (no tiene un infarto, no se ríen de él, no pasa nada por conducir o por hablar con otras personas, el perro no lo muerde, no se cae por el precipicio ni se queda sin aire en ese espacio cerrado al que tanto teme).

Es decir, la regresión es una proyección de ese pasado, por lo que, lejos de generar más miedo, ayuda a que el paciente desbloquee su mente, solucione el problema que le impide disfrutar plenamente de su vida y se conozca. Y esto último, el autoconocimiento, es sumamente importante, por cuanto nos ayuda a saber dónde están nuestros límites, cómo podemos aprender a gestionar las emociones negativas, esas que tan poco nos gustan, cuándo podemos dar un paso más y salir de nuestra zona de confort, etc.

De este modo, muchos profesionales recurren a ella en casos graves de miedos irracionales, cuando estos limitan la vida del paciente y le impiden que siga disfrutando de la realidad de manera tranquila y emocionalmente estable.

¿Cuáles son sus beneficios para la salud?

La terapia de regresión es muy útil, siempre y cuando el terapeuta sea experto en la materia, cuente con una dilatada experiencia y sepa qué hacer para conseguir su objetivo. En manos inexpertas, puede provocar nuevos problemas o incrementar las fobias y traumas que ya tiene el paciente. De ahí que sea importante consultar siempre con un psicólogo especializado en esta herramienta de abordaje terapéutico.

Una vez que hayamos dado con el profesional adecuado, en cuestión de pocas sesiones, es posible que desde la primera, notaremos mejoría y descubriremos los beneficios de la terapia regresiva constructiva. Entre ellos, hemos de mencionar los siguientes:

1. Ayuda a superar situaciones límite o bloqueos de la mente ante determinadas situaciones.
2. Libera emociones escondidas.
3. Hace posible que un paciente que ha sufrido un hecho traumático (accidente, agresión, episodio violento) lo asimile, lo relativice y lo incorpore como parte de su pasado, de su evolución, minimizando con ello las secuelas que ese suceso le haya podido generar (estrés postraumático, ansiedad, depresión, fobia, baja autoestima, ataques de pánico, etc.).
4. Reduce, por tanto, casos de estrés, ansiedad, ataques de pánico… y ayuda a salir de cuadros depresivos.
5. Ayuda al autoconocimiento.
6. Favorece la inteligencia emocional.
7. Incrementa la autoestima y la seguridad en sí mismo.
8. Ofrece herramientas para controlar emociones y mecanismos para superar las barreras que nos limitan o impiden que podamos seguir con nuestra vida.
9. Genera estabilidad mental y equilibrio emocional.

Por tanto, las terapias regresivas, entendidas como terapia psicológica ofrecida por un profesional especializado en este ámbito, son un recurso útil y eficaz para complementar el propio tratamiento psicológico.

¿Cómo se realiza la terapia regresiva reconstructiva?

Lo primero que debemos saber, y que ya hemos repetido, es que no todo el mundo puede hacer esta terapia. Por tanto, hemos de buscar a profesionales experimentados en esta herramienta y que la emplee como parte de la terapia psicológica, siempre y cuando el paciente la necesite.

La terapia regresiva constructiva no es válida para cualquier persona. De este modo, no está indicada como parte del tratamiento si el individuo sufre esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno de personalidad, psicosis, síndrome de Asperger, etc. Será el terapeuta el que determine si debe llevarse a cabo y si tendrá efectos positivos o negativos sobre el paciente.

Pasos de la terapia regresiva reconstructiva

Para que la terapia regresiva desempeñe su cometido y transporte al paciente al pasado, este debe encontrarse en un estado de trance, semiinconsciencia que se suele conseguir gracias a la relajación profunda y a la hipnosis.

Por tanto, lo primero que hará el terapeuta es crear un ambiente calmado y de silencio para conseguir ese estado de trance inducido. Una vez que el psicólogo comprueba que el paciente está relajado, por medio de las palabras, consigue que este reviva determinado momento o esa situación que le provocó la fobia y el estrés.

El individuo se sentirá seguro, como si asistiera a la representación como espectador o como protagonista al que no le ocurre nada. Sentirá la compañía del terapeuta y estará tranquilo. Entonces podrá comprobar que ese miedo irracional es un sinsentido. O podrá relativizar ese hecho traumático, verlo desde otra óptica y aceptarlo como parte de su evolución como persona. Gracias a ello, será capaz de incorporarlo como un hecho pasado y enfrentarse al futuro sin esa mochila a cuestas.

En un momento dado, cuando el terapeuta es consciente de que el paciente ha logrado tirar parte de esa barrera, o antes si comprueba que, lejos de funcionar, está siendo perjudicial para la sanación del sujeto, comenzará a contar y, siempre en compañía de su voz, el paciente irá recuperando la sensación de realidad. Cuando termine, notará paz, calma, seguridad. Ello querrá decir que la terapia funciona y que puede ser una herramienta eficaz para tratar su problema.