¿Cómo trabajar las emociones con el focusing?
El focusing nos permite controlar mejor nuestras emociones. Descubre esta técnica, sus beneficios para la gestión de las emociones y cómo utilizarla paso por paso.
Vivimos en un estado de constante presión, tanto física como psicológica, y muchas veces no podemos detenernos para tratar de entender lo que nos está pasando y cuidar nuestras emociones. El objetivo del focusing es precisamente ese: parar y, a través de una toma de razón, tener conciencia de nuestras emociones, de que hemos llegado a un punto de saturación y necesitamos escucharnos a nosotros mismos y sorprendernos.
El focusing consiste exactamente en la capacidad de "estar" sin apresurarse. De esta forma se puede aprender a darle un nombre a las sensaciones, entender en profundidad lo que nos pasa, notar cambios incluso a nivel físico.
Diferencias entre razón y emoción
La terapia focusing tiene su origen en las teorías filosóficas de exponentes del pensamiento contemporáneo como Husserl, Heidegger, Merleau Ponty, Sartre. Su fundador, Gendlin, se inspira en los conceptos de ser, corporeidad y sentimiento, propios de estos filósofos.
Para Gendlin es siempre un cuerpo en interacción con la realidad y es un cuerpo situado, contextualizado «que siente lo que siente dentro de ese marco de referencia en el que está situado».
De la misma manera en que no se puede separar el cuerpo de su entorno, no se puede prescindir de la dicotomía razón-emoción.
¿Cuáles son las principales diferencias entre razón y emoción?
Solo aprendiendo a distinguirlos seremos capaces de proceder con una terapia focusing eficaz.
- La emoción puede llevar a tomar decisiones apresuradas, mientras que la razón evalúa los pros y los contras de las situaciones.
- La emoción llega antes y determina la reacción inmediata, la razón se hace cargo después
- La emoción puede nublar el proceso de toma de decisiones, la razón ayuda a recuperar la claridad
¿Cómo separar la razón de la emoción?
A menudo, el individuo se encuentra en un estado de lucha interior entre razón y emoción. Pero, ¿cómo separar la razón y la emoción?
Según la técnica focusing, es fundamental que las personas aprendan a conectar con lo que Gendlin llama «el acto crucial interno». Será gracias a eso que se podrá ver qué hacer.
De hecho, según Gendlin, el concepto más importante es el Felt-Sense, sensación-sentida en castellano. Para conseguir captar la sensación-sentida, existe un recorrido pedagógico que se puede tomar como guía para hacer este salto y dedicarnos a la superación de la antigua dicotomía entre razón y emoción.
- Aprender a escuchar lo que sentimos interiormente, poniendo nuestra atención en nuestro cuerpo
- Reconocer la diferencia entre sensación corporal, sentimientos y sensación-sentida
- Dejar que esta sensación-sentida se forme
- Dejar que esta sensación-sentida (felt-sense) interaccione con palabras e imágenes
- Observar los cambios a nivel corporal (bodily felt shift) e interior
- Aprender a hacer preguntas clave que permitan superar bloqueos y alcanzar un estado de sabiduría corporal que implica aceptación, agradecimiento y adaptación
Focusing como terapia para trabajar las emociones
El focusing nos permite trabajar nuestras emociones de manera activa y positiva. De hecho el focusing es una herramienta muy importante para todas aquellas personas que trabajan en áreas relacionadas con la salud y la educación, en contacto directo con los niños y en el contexto de las relaciones de ayuda y las técnicas corporales. Además el focusing es muy útil para promover la creatividad, estimulando todo tipo de formas de arte, como por ejemplo la danza y la escritura.
Todo el mundo puede decidir aprender a practicar el focusing, porque se centra en una facultad que pertenece a cada uno de nosotros: la de escucharse a uno mismo. El problema es que muchas veces no nos damos cuenta de que tenemos este gran recurso, y el focusing nos enseña cómo gestionarlo correctamente.
Gracias a la terapia focusing podemos entrar en contacto con nuestras sensaciones, y con la intuición y sabiduría de nuestro cuerpo: esto puede ayudar en todos los ámbitos de nuestra vida.
El focusing, conocido también como terapia experiencial de Gendlin es una técnica psicoterapéutica que aprovecha la capacidad propia del individuo para observar deseos y sentimientos que no se expresan a través de las palabras.
La toma de razón, nos ayuda a trabajar las emociones de manera eficaz y a lograr varios objetivos:
- Integrar cuerpo y mente
- Volvernos más atentos y acogedores con nosotros mismos y con los demás
- Entender lo que sentimos y queremos superando bloqueos, tomando decisiones y resolviendo problemas
- Profundizar y hacer más productivo el proceso de asesoramiento y psicoterapia.
- Fortalecer nuestra independencia de factores y guías externos y de nuestro propio sistema de creencias.
- Encontrar alivio de la tensión y las dolencias crónicas
Pasos para realizar la técnica del focusing para trabajar las emociones
Vamos a ver más en detalle cuales son los seis pasos para implementar la técnica focusing y trabajar las emociones:
1. Crea un espacio
Tómate un minuto para relajarte, en silencio, y dirige tu atención hacia dentro y observa qué pasa en el área del estómago o del pecho cuando te preguntes: "¿Cómo va mi vida? ¿Qué es lo más importante para mí en este momento?". Escucha tu cuerpo, sus reacciones pero sin analizarlas. Quédate con notar que allí están y las has notado. Espera un momento y vuelve a escuchar.
2. La sensación sentida
Selecciona un problema de los que van surgiendo, pero sin analizarlo. Intenta identificar el punto en el que notas la totalidad de estas sensaciones indefinidas.
3. Simbolizar
Aprende a generar una palabra a partir de esta sensación sentida. Puede ser un adjetivo, una frase o una imagen. Sigue percibiendo la calidad de la sensación que sientes hasta que encuentres algo que la describa exactamente.
4. Resonar
Alterna entre la sensación sentida y la palabra relacionada (o frase o imagen). Deja que cambien libremente si fuese necesario hasta conseguir una perfecta coincidencia entre las dos.
5. Hacer preguntas
"¿Qué es lo que califica todo el problema de esa manera?". Intenta tocar la sensación y quédate con ella hasta que haya un cambio, un ligero alivio o relajación.
6. Aceptar
Dale la bienvenida a todo lo que cause cambios. Haz una pausa por un momento, incluso si es solo un ligero alivio. En cualquier caso, este es solo el primer cambio; habrá otros y tendrás mucho tiempo para seguir mejorando.
La técnica del focusing nos puede ayudar a mejorar en muchos aspectos nuestra gestión emocional. De este modo, no sólo lograremos controlar nuestras emociones sino que además podremos disfrutar de pleno de nuestra vida.